La titula, 'Carranza es la exigencia', y posteriormente dice: 'El Cádiz de Javi Gracia vuelve a su estadio con la obligación moral de dedicar una victoria con buen juego ante el Jaén tras vencer en El Ejido'
Visto que las exigencias sobre el campo tienden a desaparecer bajo la centelleante dinámica de un equipo lanzado, esta semana la imposición viene directamente de los despachos. Si ya de por sí llevar la camiseta del Cádiz supone una obligación moral para darlo todo sobre el campo, durante esta semana Antonio Muñoz se ha encargado, quizás sin saberlo, de traspasarle a sus jugadores unas dosis más, necesarias también, de exigencia. ¿El motivo? elección para el día de hoy como medio día del club.
Una medida muy criticada por la afición pero debidamente argumentada por su presidente.La conclusión de toda esta polémica en el vestuario cadista debe ser clara: los valientes que acudan esta tarde a Carranza, todo hace indicar que lluviosa, querrán ver algo más que un equipo superior que se limita a jugar al tran tran para pasar por encima de sus rivales con aparente facilidad. Querrán ver todo en uno. Un fútbol de kilates practicado por un once entregado. Y es que si la clasificación permite relajación, no así lo asegura una grada que, a la espera de la fase de ascenso, pretende entretenerse con el juego alegre de sus muchachos.
Y para ello, Javi Gracia dispondrá del mismo once que viene haciéndolo con regularidad. Tras el espléndido encuentro que se marcó en El Ejido, Kiko Casilla volverá a estar bajo palos con la esperanza de acumular otro encuentro con sus redes intactas. El cancerbero perico volverá a contar con la confianza de una defensa formada por Cristian, Dani Fragoso, Mansilla y el comodín David García, que poco a poco va amoldándose a una categoría a la que está costando un mundo hacerse. El centro del campo volverá a ser para Ormazábal y Fleurquin, las bandas para Enrique y Juanma, la creación para Caballero y la ejecución para Toedtli, que cierra un once que, salvo la ausencia de Raúl López, ya es sabido de carrerilla por cualquier aficionado cadista.
Dentro del sector más crítico y radical que todo equipo que aspira a ser grande tiene que tener (algo así como el tendido siete de Las Ventas), existen dudas sobre el comportamiento que podrá tener hoy el Cádiz tras romper el tablero del juego la pasada semana con la victoria sobre el Poli Ejido. Aún escuece el empate que el Marbella arañó de Carranza hace quince días así como el juego lento, y por momentos cansino, que está desplegando el equipo amarillo en sus últimas comparecencias como anfitrión.
Con el encarecimiento hoy de la entrada para los socios por la visita del Jaén, los de Gracia tratarán de no bajar el pistón a las primeras de cambio para que la modorra no se instale en un graderío que podrá estar más exigente que en semanas anteriores por el hecho de que le han tocado su cartera.
Y para confirmar la valiosísima victoria en El Ejido, el Cádiz intentará cometer esta tarde otro abuso con la categoría. Para ello, deberá pasar por encima de un eterno gallito del Grupo IV como el Jaén, que llega a Carranza con la necesidad de puntuar sino quiere ver perder su cuarta plaza ante el acoso del Betis B.
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