
Con la patrona jienense ausente por encontrarse en Sevilla donde se le realizan trabajos de restauración, en el altar mayor se colocó un bonito cuadro junto al cual el capitán del equipo Íñigo Ros colocó un bonito centro de flores, en la tradicional ofrenda que se celebra cada año al inicio de la temporada.


El sacerdote, Javier Cañadas y el director general Carlos Sánchez Vallejo. ORTIZ
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El acto religioso, en ausencia del capellán, Tomás Colmenero, estuvo presidido por el sacerdote Antonio Javier Cañada, vicario parroquial, que en sus palabras destacó "merece la pena que esta temporada que va a comenzar se la encomendeis a la Virgen para que os ayude, os proteja y os acompañe en vuestro trabajo", comentando que "nuestra patrona os de la recompensa al esfuerzo y al trabajo realizado, que las lesiones os respeten y todos podáis rendir al máximo y puedan cumplirse todas las ilusiones y, si Dios quiere, que llegue el ansiado ascenso".

Después tomó la palabra el director general del club, Carlos Sánchez Vallejo, quien tras disculpar a su padre, presidente de la entidad del que dijo que "con su condición cristiana y católica tiene una gran fe en la Virgen de la Capilla a la que visita con asiduidad en este templo".
Asimismo, comentó que "no creemos en la suerte y sí en el trabajo y por ello no vamos a pedir suerte a nuestra patrona, sino que no nos abandone en los muchos momentos difíciles que vamos a tener a lo largo de la liga", para apuntar que "tenemos la ilusión de que allá por el mes de junio volveremos a este templo para compartir con la Virgen de la Capilla el ascenso a la Segunda División".

