El jienense Manolo Ortega, del Andalucía-Cajasur, rodó más de 150 kilómetros en solitario en la tercera etapa de la Vuelta Ciclista a España que transcurrió en el día de ayer entre Jaén y Córdoba, con 168 kilómetros de recorrido.El 'gordo' c0mo cariñosamente se le conoce en el pelotón al deportista jaenero, quedó al final a 47" del vencedor de la etapa y se coloca a 1'30" de la general individual. Esta es la crónica de la etapa que nos envía el gabinete de prensa del conjunto andaluz, en el que militan, además de Ortega, Javier Moreno y José Luis Carrasco
"En apenas dos días el Andalucía-Cajasur se ha convertido en el protagonista de la Vuelta a España. Ayer Jesús Rosendo se colocaba de líder de la montaña, maillot con el que saldrá de Andalucía, camino de Puertollano tras puntuar tercero en el puerto de San Jerónimo en Córdoba. El primero en pasar por este punto ha sido su compañero de equipo Manuel Ortega, que ha rodado al frente de la carrera, en solitario, durante 155 kilómetros.
El jienense quería hacerlo bien en la etapa que salía de su casa y ha rozado la perfección. Bajo la atenta mirada de los olivares que lo acompañan cada día en los entrenamientos, Ortega saltaba del pelotón en el kilómetro 0 y en apenas tres kilómetros lograba una ventaja de 2’04’’. Acompañado por el monótono paso de hileras de olivos, tan sólo roto por el gentío que lo animaba en su paso por las distintas poblaciones por las que ha transitado esta tercera etapa de la Vuelta, el calor seco de la tierra andaluza y una larga cola de coches tras él ha cubierto Manuel Ortega 155 de los 170 kilómetros de la jornada entre Jaén y Córdoba.
Pedalada a pedalada, el jienense del Andalucía-Cajasur se plantaba en el kilómetro 43 con 15’02’’ de ventaja sobre un pelotón que rodaba tranquilo. Pero con vistas ya a las bonificaciones de los sprint especiales, en el paquete comienza el rumos de batalla, la ventaja del corredor del conjunto va menguando poco a poco. En el paso por el segundo sprint de la jornada Ortega cuenta con una renta de 8’52’’.
Llega el único puerto del día, el Alto de San Jerónimo. Son ya 131 kilómetros luchando en solitario contra todo. Atrás comienzan los ataques, saltan Bettini, tras él Chavannel. Los dos llegan a la altura de Ortega. Las matemáticas vuelven a vencer. El jienense ya no puede seguir el ritmo y es superado por el italiano y el francés. El pelotón lo acoge en su seno.
La subida hace mella en el paquete que se fragmenta en varios grupos. El principal, compuesto por 100 corredores se juega la victoria de etapa al sprint. Vencedor Tom Boonen, que le tiene cogida la medida a las llegadas de la capital omeya, donde se ha impuesto ya en varias ocasiones durante la Vuelta a Andalucía.
Manuel Ortega cruza la meta a 47’’ del pelotón. Llega exhausto pero feliz “contento por cómo he salido y Jaén y he llegado a Córdoba. Ha sido muy duro, ha soplado el aire y con ráfagas muy fuertes que casi te paraban. En el puerto he ido bien hasta los repechos después de San Jerónimo. Cuando han llegado Bettini y Chavannel ya me han eliminado”.
Su compañero Jesús Rosendo finalizaba más tarde, a 9’30’’ de Boonen, pero también contento “he conseguido el objetivo de salir de líder de la montaña de Andalucía, ahora a trabajar y hacer todo lo posible para mantenerlo el mayor tiempo posible. Me ha costado conseguir este objetivo ya que pensaba que el premio de montaña estaba cinco kilómetros antes, y he arrancado pronto y he tenido que mantener ahí unos kilómetros un poco agónicos”.
El jienense quería hacerlo bien en la etapa que salía de su casa y ha rozado la perfección. Bajo la atenta mirada de los olivares que lo acompañan cada día en los entrenamientos, Ortega saltaba del pelotón en el kilómetro 0 y en apenas tres kilómetros lograba una ventaja de 2’04’’. Acompañado por el monótono paso de hileras de olivos, tan sólo roto por el gentío que lo animaba en su paso por las distintas poblaciones por las que ha transitado esta tercera etapa de la Vuelta, el calor seco de la tierra andaluza y una larga cola de coches tras él ha cubierto Manuel Ortega 155 de los 170 kilómetros de la jornada entre Jaén y Córdoba.
Pedalada a pedalada, el jienense del Andalucía-Cajasur se plantaba en el kilómetro 43 con 15’02’’ de ventaja sobre un pelotón que rodaba tranquilo. Pero con vistas ya a las bonificaciones de los sprint especiales, en el paquete comienza el rumos de batalla, la ventaja del corredor del conjunto va menguando poco a poco. En el paso por el segundo sprint de la jornada Ortega cuenta con una renta de 8’52’’.
Llega el único puerto del día, el Alto de San Jerónimo. Son ya 131 kilómetros luchando en solitario contra todo. Atrás comienzan los ataques, saltan Bettini, tras él Chavannel. Los dos llegan a la altura de Ortega. Las matemáticas vuelven a vencer. El jienense ya no puede seguir el ritmo y es superado por el italiano y el francés. El pelotón lo acoge en su seno.
La subida hace mella en el paquete que se fragmenta en varios grupos. El principal, compuesto por 100 corredores se juega la victoria de etapa al sprint. Vencedor Tom Boonen, que le tiene cogida la medida a las llegadas de la capital omeya, donde se ha impuesto ya en varias ocasiones durante la Vuelta a Andalucía.
Manuel Ortega cruza la meta a 47’’ del pelotón. Llega exhausto pero feliz “contento por cómo he salido y Jaén y he llegado a Córdoba. Ha sido muy duro, ha soplado el aire y con ráfagas muy fuertes que casi te paraban. En el puerto he ido bien hasta los repechos después de San Jerónimo. Cuando han llegado Bettini y Chavannel ya me han eliminado”.
Su compañero Jesús Rosendo finalizaba más tarde, a 9’30’’ de Boonen, pero también contento “he conseguido el objetivo de salir de líder de la montaña de Andalucía, ahora a trabajar y hacer todo lo posible para mantenerlo el mayor tiempo posible. Me ha costado conseguir este objetivo ya que pensaba que el premio de montaña estaba cinco kilómetros antes, y he arrancado pronto y he tenido que mantener ahí unos kilómetros un poco agónicos”.
En la foto de Pedro Dueñas, Manolo Ortega rueda en solitario en latercera etapa Jaén-Córdoba.
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