El Real Jaén consiguió un importante resultado en su
desplazamiento al Polideportivo Municipal de Manises, donde empató a un tanto
con el Huracán de Valencia en el partido de ida de la última y definitiva
eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División A.
El partido se presentaba complicado para los pupilos de
Manolo Herrero por la dudas que se tenían en torno a la presencia de jugadores importantes
como Nino y Diego Cascón, que viajaron hasta Valencia y que eran duda
hasta el último momento.
Al final Nino sí estuvo en el once inicial, no así Cascón
que salió en el segundo periodo. Además se afrontaba el encuentro con notables
ausencias como las de Óscar Quesada y Fran Machado, sobre todo la del primero, eficaz baluarte para
contrarrestar el juego aéreo del equipo levantino.
Afrontó el Real Jaén con mucha concentración y, sobre todo,
con un espíritu tremendo de lucha y sacrificio en un terreno que no era ni siquiera
de césped artificial, sino una auténtica moqueta en la que no se podía practicar
fútbol alguno. Por ello Manolo Herrero dio indicaciones a sus hombres desde el
principio para que dejaran a un lado las floriruras y el fútbol bello al que
nos tiene habituado el equipo blanco, - ayer totalmente vestido de morado-, para emplearse
con gallardía, honradez y esfuerzo titánico desde el principio hasta el final.
Desde el inicio los levantinos pusieron sobre el campo el
fútbol directo que han practicado durante toda la temporada. Pases largos y balones
al área de Toni García; sin embargo, en los primeros compases el Real Jaén se rehizo y consiguió lo que fue a buscar a Valencia:
marcar. Fue una larga jugada de ataque del Real Jaén, Israel
Jerez tocó la pelota con la cabeza hacia Migue Montes, que a pesar de estar marcado
por dos rivales dentro del área pequeña tocó el esférico lo suficiente para
alojarlo en la portería defendía por Paco. Fue un auténtico jarro de agua fría para
los aficionados locales y para los propios jugadores rojiblancos, que no creían lo que había sucedido.
Con el gol a favor el Real Jaén siguió
trabajando a destajo, sobre todo en una lucha titánica de los centrales Nino y Dani
Torres, con el espigado delantero local, Fabiani, de más de dos metros de
altura, que recibía constantemente balones dentro del área con la intención de
empujarlo hacia la portería jaenera.
No obstante, el árbitro, en esta ocasión el canario Alemán R,
volvió a ser protagonista por quinto partido consecutivo, es decir, en todos
los partidos de la fase de ascenso ha ocurrido, minó al Real Jaén con acciones que, afortunadamente, pudieron solventarse con trabajo y con esfuerzo. El colegiado
insular mostró tres cartulinas amarillas a los jugadores jienenses Gaitán, Nando y Servando, los tres de zona defensiva, lo que hizo
que el potencial del equipo en zona de retaguardia, sobre todo por los
laterales, -la de Servando fue al final- quedara mermada, ya que podría
quedarse el equipo con algún jugador menos en un choque de tanta intensidad.
Por si faltaba algo, expulsó al preparador físico del equipo
jienense, Rafael Castillo, según comentó el preparador jienense “por ponerme
reiteradamente las manos en la cabeza”.
Cuando el Real Jaén mejor estaba controlando la situación,
llegaba el tanto del empate del conjunto valenciano, tal vez en la única acción
en la que faltó posicionamiento dentro del área. Morgado entró por la derecha y
en semifallo Pablo Vidal alojaba el balón en la portería defendida por Toni García. Hasta el
final de la primera mitad el juego no varió, con constantes balones largos, el único fútbol que se pudo ver en el municipal de Manises.
Tras el descanso la tónica del partido continuó por los mismos
derroteros. Fabiani,
un espigado delantero que ocupaba mucho terreno de juego,
siempre estaba dispuesto a recibir en la frontal o dentro del área los disparos
que le enviaban sus compañeros por la banda, Javi Rubio o Capdevila o Morgado y
San Julián, desde el centro, el juego de los locales no cambió en absoluto durante
todo el partido, pero afortunadamente la zaga del Real Jaén fue un auténtico frontón
para impedir que la portería de Toni García fuese batida de nuevo.
A pesar del
continuo dominio y posesión de la pelota por parte local, bien es cierto que el
marco de Toni García no pasó pordemasiadas acciones claras de gol, hasta el final del
encuentro en que tuvo que intervenir con acierto y de manera ‘felina’, para
evitar el triunfo de los levantinos.
El planteamiento de Manolo Herrero fue perfecto, jugando
juntitos en un terreno de reducidas dimensiones, ofrecían seguridad en la
retaguardia. También los jienenses buscaron balones largos, pero Migue Montes en
solitario poco podía hacer ante la presencia en la zaga valenciana de Amarilla y
Tomás Ruso.
En el minuto 21 de este segundo periodo pudo producirse una
jugada clave para el resultado final. El colegiado entendió que Migue
Montes en el salto propinó un codazo a Tomás Ruso y le mostró la segunda cartulina amarilla, por lo que el jugador de Pozo Alcón fue
expulsado. Con más de la mitad del segundo periodo por delante, los jugadores
del Real Jaén tuvieron que sacar fuerzas de flaqueza para, con un hombre menos y
con el fútbol directo que realizaba su rival, mantener viva la esperanza de conseguir
un buen resultado en la visita al municipalde Manises.
Con la expulsión de Migue Montes se perdía la referencia en
la zona atacante del Real Jaén, por lo que Manolo Herrero decidió cambiar a Mario Martos por
Diego Cascón, para que intentara impedir la salida de los defensores
rojiblancos. El leonés, que llegó muy justo al partido por la lesión sufrida en Vitoria, por el esfuerzo realizado y por la dura entrada que
recibió de Amarilla, se resintió de esas molestias y es seria duda para el
partido del próximo domingo en La Victoria.
En los últimos veinte minutos de partido el esfuerzo de los
jugadores del equipo de Manolo Herrero fue sobrenatural, pero al final pudieron
conseguir el objetivo que se buscaba, marcar y salir vivos de este difícil
campo. En los últimos compases, los locales pudieron marcar, pero Toni García
demostró el buen momento por el que atraviesa, y con dos paradas de gran merito
(minuto 91) a tiro potente de San Julián, y con un cabezazo hacia atrás de
Fabiani, evitó el triunfo levantino.
Al final del encuentro, la alegría fue total por parte de
todos los integrantes de la expedición jienense, pero sobre todo de los casi
400 aficionados (la mitad de ellos viajaron sin entrada), que animaron a su equipo durante todo
el partido.
Los jugadores, una vez en vestuario, salieron de nuevo al campo
para agradecer a los seguidores jienenses, miembros de las peñas Real Jaén, Las
Batallas, Orgullo Lagarto y Sentimiento Blanco, y todos los aficionados que
realizaron un duro viaje para apoyar a su equipo en este
complicado y difícil choque frente al Huracán de Valencia.