"Encajando como un guante en el perfil de jugador diseñado por Fernando Ortiz de Zárate y Javier Pérez para el nuevo proyecto del Deportivo Alavés aterrizó ayer en Vitoria Emilio Sánchez. El futbolista albaceteño, quinta incorporación en lo que va de verano, es joven y tiene hambre de fútbol. Así quedó claro tras escuchar ayer en Mendizorroza sus primeras palabras como integrante de la disciplina albiazul. "Estoy muy contento de incorporarme a este proyecto y vengo con muchas ganas e ilusión de poder hacerlo bien. Ahora mismo llego con todas las aspiraciones del mundo. Quiero conseguir lo máximo, después ya veremos lo que se ha podido lograr", manifestó.
Sin duda una carta de presentación valiente que apunta a un hombre que no está dispuesto a dejar pasar por las buenas la excelente oportunidad que se le brinda para reivindicarse. Y es que si hasta el momento Sánchez no ha podido militar más allá de la Segunda División B, se muestra convencido de que su llegada a la entidad del Paseo de Cervantes puede suponer el punto de inflexión definitivo para hacerse un hueco entre los mejores. Un deseo que por supuesto comparten los responsables del club vitoriano, que ven en el recién llegado una apuesta de futuro que puede rendir importantes réditos e El Glorioso .
Además de su evidente ambición, Sánchez puede ofrecer también una notable polivalencia. Y es que aunque durante el último ejercicio ha desempeñado las labores de mediocentro en el eje del centro del campo del Jaén -cometido para el que en principio ha sido fichado-, puede desenvolverse igualmente a la perfección en la mediapunta. De hecho a lo largo de su carrera ha actuado en muchas oportunidades en esa posición. "Me encuentro cómodo en lo los dos puestos. Lo importante es tener la posibilidad de jugar y tratar de hacerlo bien", apuntó.
Respecto a su estilo de juego, el futbolista manchego significó que "me gusta tener la pelota y jugar con el balón pero sin él también me sacrifico y me implico en las tareas defensivas". Por último, Sánchez cerró su comparecencia dentro de la misma línea ambiciosa con la que la había iniciado. De esta manera apuntó que "siempre hay que empezar con objetivos altos porque, si no, no se trabaja bien".
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