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Es por ello que el central cordobés se resiste a dar el paso definitivo, y para ello, lo ha demostrado en reiteradas ocasiones, ha hecho todo lo indecible para seguir apoyando y ayudando al club jienense, incluso jugando infiltrado, con pastillas y con anti-inflamatorios para poder soportar el dolor.
Sin embargo, tras el retroceso sufrido el domingo en tierras almerienses, el jefe de los servicios médicos del Real Jaén, Felipe Ortega, que ha intervenido esta tarde en DEPORTES COPE, ha comentado que "Fabios ha demostrado ser un gran profesional involucrándose en el proyecto del Real Jaén desde que llegó a este equipo, y para ello ha realizado grandes esfuerzos para estar disponible para jugar después de sufrir la lesión de cartílagos", pero ha llegado el momento que "su rodilla no está para jugar noventa minutos y entiendo que ya ha dicho basta".
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El galeno tosiriano, refirió, además, que "ya cuando lo ha visto el doctor Ripoll en Murcia, hace unas semanas,le comentó que había que hacer un tratamiento muy exhaustivo para intentar una mejoría, pero según mi modesta opinión creo que la temporada ha terminado para Fabios".
En cuanto al desgaste que ha sufrido el cartílago, Ortega dijo que "es normal que eso ocurra, ya que el roce del cóndilo femoral con la tibia va a más y eso llega a degenerar hasta el punto de que o dejas de cargar sobre esa zona o al final habrá que poner una prótesis de rodilla".
Ante esta situación, Felipe Ortega, aseveró que "con la edad que tiene Fabios, 31 años, bajo mi punto de vista creo que debe de pensar, si no en dejar el fútbol, si hacer un tratamiento a largo tiempo para ver como responde, y si no lo hace adecuadamente tiene que pensar en dejar el fútbol".
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Finalmente, el jefe de los servicios médicos del Real Jaén, afirmó que "la afición no debe de tener dudas sobre la profesionalidad de Fabios, al que le he aconsejado muchas veces que no jugara y sin embargo ha arriesgado para defender los colores del Real Jaén, incluso en circunstancias que no eran las más idóneas", para sentenciar que "llega un momento en el que hay que mirar por la salud de su rodilla, ya no para competir, sino para su vida personal y cotidiana, por lo que yo entiendo que lo más aconsejable es que deje de jugar".
