CON J DE JAÉN (II)

INVERTIR EN DEPORTE

En mi larga carrera profesional vinculada al mundo del deporte, nunca he llegado a entender cómo en Jaén se colabora tan poco con los clubes, entidades, asociaciones y personas que se dedican a promocionar y a practicar cualquier tipo de deportes.

Los empresarios de Jaén no llegan a entender la promoción que tienen sus industrias si apoyan a las distintas actividades que se practican en nuestra tierra. Y no vale utilizar la crisis, ya que cuando se vivían tiempos de bonanzas  también costaba sangre, sudor y hasta lágrimas para convencer a los empresarios a meter en sus presupuestos un euro para el deporte.

Salvo que, mediante algún compromiso excepcional, los directivos y deportistas se las veían y se las ven, para arrancar un pequeño patrocinio de empresas de Jaén,  cuyo importe se ve siempre recompensado por una publicidad en los distintos medios de comunicación, que por su importancia, presencia continua y coste, serían incapaces de poder pagar. 

Apostar por el deporte de Jaén debería ser una de las principales premisas que deberían tener nuestros empresarios ya que, además de desgravar el dinero invertido, sacarían adelante proyectos deportivos  por los que muchas personas, sin ánimo de lucro y sólo por la causa, dedican horas y horas a una actividad en las que se encuentran involucrados muchos jóvenes.

Al pensar en los deportistas de elite jienenses que está aireando el nombre de esta tierra lejos de nuestras fronteras en la alta competición, no podemos olvidar a los que aquí, día a día, se esfuerzan por una causa que no tiene el refrendo suficiente de empresas privadas ni de instituciones públicas.

Apostar por el deporte,  al menos eso se ha dicho siempre, genera hábitos saludables y  alejar a los jóvenes de situaciones tan desagradables que fácilmente tienen a su alcance como la droga, el alcohol, el tabaco... Sí, apostar por deporte, al margen de generar salud en la sociedad que lo practica, evitaría tener que invertir grandes cantidades de los contribuyentes para paliar esos males, de los que cuesta mucho salir, a través de carísimos centros sanitarios y residencias, que son necesarios para curar los despropósitos que se han generado.

En Jaén hay que apoyar al deporte. Tenemos materia prima y se ha demostrado con la progresión de jugadores de futbol y fútbol sala, atletas, judocas, ciclistas… que tuvieron que dejar nuestra tierra para poder seguir ascendiendo en su trayectoria deportiva. Sin embargo, aquí siguen sus clubes de fútbol, fútbol sala, tenis, tenis de mesa, voleibol, baloncesto, balonmano, natación, frontenis, badmintón… cuyos directivos y entrenadores tienen que hacer ‘encajes de bolillos’ para poder sacar adelante sus proyectos que no pueden acometer sin utilizar dinero de sus propios bolsillos, haciendo todos, sin excepción, como aquel conocido sastre del  Campillo que ‘no sólo trabajaba gratis, sino que incluso ponía el hilo’.

Cuando los empresarios y las instituciones jaeneras se den cuenta de que sus inversiones comerciales en deporte aportan salud, bienestar y con ellas nuestros deportistas pueden llegar lejos en sus carreras, será entonces cuando ‘otro gallo cantará’ a todos los jienenses, deportistas o no.

M.C.P.