Aterriza el domingo en Jaén el filial del club de la familia Samper en una posición deportiva más cómoda que su hermano mayor, pero sufriendo igual la crítica situación económica que padece la entidad.
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Un Real Murcia del que su amo no quiere deshacerse sin no es a cambio de un buen puñado de euros, por mucha presión y empeño que tenga el Ayuntamiento de la ciudad en que empresarios responsables se hagan cargo de una nave con menos flotabilidad que el Titanic.
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Ya saben, más de lo mismo en la ruina del balompié modesto. Más de lo que se vio el pasado domingo en los 9.000 desiertos asientos del coliseo roquetero, donde la pregunta no puede ser otra de cómo sobrevive un club en el pozo inútil de la B con tan solo 300 espectadores.
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Y en esas anda el Real Jaén. En abandonar el infierno, hastío, aburrimiento y sinrazón de esta división para poder pillar cacho de las quinielas y la televisión, y poder salvar la amenaza de Hacienda y la Seguridad Social.
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Para ello hay que ir paso a paso. El siguiente es un filial (como aquel que nos amargó la tarde-noche del 21 de junio). Una oportunidad para refrendar el buen momento y la racha tras el vapuleo al millonario Granada y al Roquetas.
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Que la varita mágica del gol siga conduciendo al fondo de la portería los disparos de Mena, (aunque este domingo no podrá jugar), Toledo, Esparza y el resto de la troupe. Amén.
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Agustín Toledano Soto
Periodista
Periodista
1 comentario:
Fantástico. Mi hermano Agustín en el blog de uno de mis grandes maestros, don Manuel Contreras.
A ambos os envío un caluroso abrazo desde Barcelona, agradecido por vuestras labores que no son sólo informativas, sino necesarias.
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