El partido entre el Real Jaén y el Lucena CF estuvo marcado por las protestas y reivindicaciones de jugadores y afición jienenses para que el máximo accionista de la entidad, Carlos Sánchez se marche y deje vía a libre a quien pueda solventar la grave situación económica por la que atraviesa el club jaenero.
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Así quedó plasmado en las acciones que se tomaron tras la reunión que hace unos días mantuvieron los peñistas y los futbolistas. Estos aparecieron en el terreno de juego con una pancarta en la que se podía leer ‘¡Carlos, Vete ya!, mientras que otras lucían en todos los sectores de los graderíos del campo, ‘No más engaño’, al margen de las nuevas pintadas que han aparecido en las paredes del estadio en contra de Sánchez.
Así quedó plasmado en las acciones que se tomaron tras la reunión que hace unos días mantuvieron los peñistas y los futbolistas. Estos aparecieron en el terreno de juego con una pancarta en la que se podía leer ‘¡Carlos, Vete ya!, mientras que otras lucían en todos los sectores de los graderíos del campo, ‘No más engaño’, al margen de las nuevas pintadas que han aparecido en las paredes del estadio en contra de Sánchez.
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Es más, de acuerdo con los lucentinos, una vez comenzó el choque, los jugadores blancos cedieron el balón a sus rivales y mientras estos poloteaban en su parcela, los jienense estuvieron en la suya arrodillados, durante un minuto. El clamor fue unánime y los algo más de 1.500 aficionados que acudieron a presenciar el partido, gritaron con contundencia la retirada y el abandono de la entidad de su máximo accionista.
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Mientras tanto, el que soportaba todo este bochorno era el presidente, Juan Manuel Becerra que, una vez más, dio la cara, ante la ausencia del protagonista del partido, Carlos Sánchez, que como ha ocurrido muchas veces en las últimas ocasiones decidió no acudir al palco. Todos lamentan esta situación en un club histórico que pasa por uno de los momentos más delicado de su existencia con unos jugadores que piden solución a tantos y tantos problemas que acucian a la entidad.
Mientras tanto, el que soportaba todo este bochorno era el presidente, Juan Manuel Becerra que, una vez más, dio la cara, ante la ausencia del protagonista del partido, Carlos Sánchez, que como ha ocurrido muchas veces en las últimas ocasiones decidió no acudir al palco. Todos lamentan esta situación en un club histórico que pasa por uno de los momentos más delicado de su existencia con unos jugadores que piden solución a tantos y tantos problemas que acucian a la entidad.
En cuanto al partido, fue de esos que no pasará a la historia ni por juego ni por goles. El empate a cero en el marcador es el fiel reflejo de que sucedió sobre el terreno de juego a lo largo de los noventa minutos de juego.
En los primeros compases el choque estuvo muy nivelado, con la iniciativa para el Real Jaén, mientras que los lucentinos guardaban con lucha y entrega su parcela para no ver batida su portería.
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Los de Rafael Carrillo ‘Falete’, como él mismo reconoció en sala de prensa, vinieron a hacer su partido y, como su portería no era perforada, buscaron esa acción que pudiera darle el gol y, por consiguiente, los tres puntos en juego. Su bagaje atacante fue prácticamente nulo, salvo un disparo en lanzamiento de falta del ex jienense Sergio Ortiz, que se marchó alto.
Los de Rafael Carrillo ‘Falete’, como él mismo reconoció en sala de prensa, vinieron a hacer su partido y, como su portería no era perforada, buscaron esa acción que pudiera darle el gol y, por consiguiente, los tres puntos en juego. Su bagaje atacante fue prácticamente nulo, salvo un disparo en lanzamiento de falta del ex jienense Sergio Ortiz, que se marchó alto.
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Los jienenses tampoco ofrecían un juego fluído que pudiera romper la estratagema defensiva de los cordobeses, y pudieron hacerlo por mediación de Fran Manchado (minuto25), que no llegó por poco a rematar un tiro raso de Pedro desde la izquierda, o una falta que lanzó Zurdo y que desvió Cristian (minuto 33).
Los jienenses tampoco ofrecían un juego fluído que pudiera romper la estratagema defensiva de los cordobeses, y pudieron hacerlo por mediación de Fran Manchado (minuto25), que no llegó por poco a rematar un tiro raso de Pedro desde la izquierda, o una falta que lanzó Zurdo y que desvió Cristian (minuto 33).
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Tanto en la primera mitad como en la segunda, el juego fue lento, sin demasiada movilidad buscando penetrar en la zona de peligro del cuadro lucentino. En el segundo periodo tampoco fue pródigo en jugadas de peligro, ya que sólo tenemos contabilizada una para los visitantes por mediación de Zambrano, tras tiro de Jony Lomas. Los jienenses tuvieron la suya en la recta final del encuentro con un gran disparo del canterano Iván desde fuera del área que se estrelló en travesaño, con el meta visitante batido.
Tanto en la primera mitad como en la segunda, el juego fue lento, sin demasiada movilidad buscando penetrar en la zona de peligro del cuadro lucentino. En el segundo periodo tampoco fue pródigo en jugadas de peligro, ya que sólo tenemos contabilizada una para los visitantes por mediación de Zambrano, tras tiro de Jony Lomas. Los jienenses tuvieron la suya en la recta final del encuentro con un gran disparo del canterano Iván desde fuera del área que se estrelló en travesaño, con el meta visitante batido.
Los jienenses lo intentaron, pero el bloque muestra, sobre todo de zona media hacia adelante, la debilidad que tiene el propio club. Lo más destacado es que por tercer partido consecutivo no se ha perdido y la portería se han mantenido a cero. Ahora, lo que falta es mejorar en zona atacante, puesto que aunque puntuar es importante, hacerlo punto a punto, puede ser insuficiente para abandonar las posiciones de cola.
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Los jugadores y cuadro técnico se han dado un tiempo hasta enero para salir de la complicada situación deportiva que también tiene el equipo, y luego ya se verá, porque el equipo puede quedar resquebrajado con la huía a terrenos más fructíferos de la mayoría de los jugadores.
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En definitiva, partido feo para el espectador, con muy poco fútbol y ausencia de goles, por lo que el resultado es justo. También fueron justas las reivindicaciones de jugadores y afición para que el equipo pueda seguir adelante y las aguas, tanto en el aspecto financiero como económico, vuelvan a su cauce.
En definitiva, partido feo para el espectador, con muy poco fútbol y ausencia de goles, por lo que el resultado es justo. También fueron justas las reivindicaciones de jugadores y afición para que el equipo pueda seguir adelante y las aguas, tanto en el aspecto financiero como económico, vuelvan a su cauce.
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