lunes, 10 de noviembre de 2014

AREVALO Y JARA LABELLA EN 'CON J DE JAEN'



Con J de Jaén

Arévalo y Jara Labella

Manuel Contreras

El último pleno del Ayuntamiento de Jaén, con el voto afirmativo de las tres fuerzas políticas que lo componen (PP, PSOE e IU), es decir, por unanimidad, aceptaron las propuestas recibidas y dos hombres destacados en la vida de los jienenses, darán nombre a dos recintos deportivos de la capital.

Me congratulo que personas que tanto aportaron a nuestro Jaén, se les reconozca, porque ya no lo van a poder ver, su dedicación y trabajo, mucho y bueno, a nuestra tierra. Me agrada que un PROFESOR, con mayúsculas, como Manuel Jara Labella, dé nombre al pabellón del barrio de Santa Isabel, que ni lo ha construido la Junta de Andalucía, ni los terrenos son del Ayuntamiento, como expusieron, como dardos envenenados, los representantes de PSOE y PP; ese recinto lo han levantado los jienenses, de los que también son los terrenos, señores ediles. Aquí los políticos no tienen nada, solo la parte que les corresponde como ciudadanos.
Jara Labella fue un tipo excepcional. 

Humilde, pero grande, luchador, trabajador, constante y creo que adelantado a su tiempo. En la petición para que Jara Labella diera nombre a una calle de Jaén, al final será el Pabellón del barrio isabelino, se exponía “por su labor docente dedicada a los niños más desfavorecidos, amor al deporte, y portador de grandes valores trabajando durante años en el seno de un barrio humilde de Jaén y en tiempos en que el esfuerzo y la constancia eran motores del triunfo; además, paseó de forma altruista y comprometida el nombre de Jaén”.

Otro que dará nombre a un recinto deportivo, el actual ‘Ciudad de Jaén’, antes ‘Felipe Arche’, será mi gran AMIGO, COMPAÑERO y, sobre todo, MAESTRO, Fernando Arévalo. De él podría completar cientos de páginas de lo que compartimos durante casi 40 años, que se dice pronto. Nunca olvidaré que, por mi habitual saludo ‘Paz y Bien’, en sus artículos me definía como “el ‘Padre Contreras’, el que nos habla desde el púlpito de la Cope”. 

Arévalo era el comunicador de comunicadores, al menos para mí; un profesional íntegro, ejemplar, cercano, luchador y siempre al pie de la noticia. Periodista, en todo el significado de la palabra, pero sobre todo, periodista deportivo.

En el final, dos matizaciones. Una, que estas instalaciones, olvidando el pasado, las llamemos por sus nombres: ‘Jara Labella’ y ‘Fernando Arévalo’. Y dos, me entristece que, una vez más, los reconocimientos lleguen cuando ambos ya no pueden verlo. Para que la historia no se repita, que estamos hartos de ello, los homenajes que se hagan en vida. Sí, en vida, y así serían más reconfortables y gratificantes para todos, pero mucho más para los que lo reciben. ¿O no?